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Una “cadena de favores” entre jóvenes comprometidos por la paz

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En la mañana de este miércoles se realizó una gran actividad del proyecto socio-educativo de extensión “Aquí sí, volarán Mariposas”, surgido del Concurso Literario “De Ana Frank a nuestros Días”. Fue en la Escuela Sagrada Familia, colegio al que concurre como alumna la impulsora de la propuesta, Eugenia Carnevale.

Cabe recordar que, desde el año pasado, unos 25 alumnos voluntarios de primero a quinto año de la institución participan de la iniciativa. La misma consistió en una “cadena de favores” entre jóvenes que involucró a instituciones del sur de la ciudad. La ejecución del proyecto que fue dividido en tres etapas relacionadas con las estaciones del año: “Otoño de favores”, “Invierno de Inclusión” y “Primavera solidaria”. Con el trabajo colaboró el equipo “Mediadoras”, pertenecientes al Centro de Capacitación en Medios Alternativos de Resolución de Conflictos (CeCaMARCo) de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral.

En la jornada de hoy, los participantes mostraron y dieron testimonio de lo realizado a través de actividades, proyecciones audiovisuales, paneles y música; acciones que congregaron a todos los actores del proceso, como también, al alumnado de la escuela. En el final, el grupo de rap "La Voz del Pueblo", dio cierre a la jornada con una presentación para todos los alumnos de la institución educativa.

En la ocasión estuvieron presentes el presidente del Concejo Municipal, Leonardo Simoniello; el concejal Leandro González; el director de la Escuela, Adrián Lilino; y la mediadora perteneciente al CeCaMARCo, Claudia Paris; alumnos y docentes de la institución.

Primero en el país

Este tipo de proyecto de extensión, producto del Concurso Literario “De Ana Frank a nuestros días”, es el primero que se lleva adelante en el país. Al respecto, Leonardo Simoniello señaló que “Eugenia fue una de las participantes del concurso literario que además de presentar su texto escrito presentó un proyecto de integración e inclusión. Esta iniciativa tuvo una participación muy importante en su escuela, avalada por los directivos y sus compañeros”.

Además, destacó que “la propuesta tuvo alcance a otras instituciones del barrio que realizaron diferentes acciones, siempre pensando que podemos tener una sociedad mejor y con esperanza. Realmente nos encanta, estamos muy emocionados y muy contentos no solo por Eugenia, que con 18 años se comprometió y llevó adelante la propuesta, sino por sus compañeros que participaron y se sumaron con mucho entusiasmo a esta cadena de favores”.

“Muchas veces nos dicen que los jóvenes no están comprometidos ni piensan en cosas importantes, pero acá están Eugenia y sus compañeros, que no solo tuvieron el desafío de participar en un concurso, no solo tuvieron la voluntad de hacer un proyecto, sino que se encargaron de ejecutarlo. Es la primera vez en Argentina que una iniciativa proveniente del Concurso de Ana Frank toma estado real y se puede ejecutar. Desde Santa Fe propusimos que se implementaran porque los chicos tienen que sentir que lo que se piensa se puede hacer y que estos valores se pueden trasladar”, concluyó Simoniello.

El “Otro” como parte del “Nosotros”

La idea base de “Aquí sí, volarán Mariposas” fue generar mediante acciones concretas, una “cadena de favores” para que se replique dentro de la institución escolar y, a la vez, integre, incluya y participe a las distintas instituciones que conforman la comunidad barrial de la escuela. De esta manera, se buscó promover la incorporación e internalización de valores sociales y acciones para la construcción de una paz positiva y activa.

La propuesta consistió en una etapa de sensibilización y capacitación mediante modalidad de talleres con las temáticas: empatía, juicios y pre-juicios, estereotipos, y habilidades de percepción, escucha y comunicación asertivas, discriminación e inclusión, violencia y abordaje creativo para la resolución de problemas.

Paralelamente, los voluntarios invitaron a participar del proyecto a diversas instituciones barriales, poniendo en acción las ideas generadas. A partir de esta iniciativa se realizó una jornada deportiva con niños y jóvenes con discapacidades en Cilsa, una jornada solidaria en la Escuela Monteagudo, la elaboración de una página de Facebook como medio de comunicación y difusión del proyecto.

Eugenia Carnevale detalló que “el cierre de este año es un cierre simbólico porque en realidad nunca concluirá, sino que se seguirá proyectando y hay muchas cosas en las que se pueden trabajar. Fue una pequeña muestra que hicieron los chicos partícipes de esto, contaron los temas que estuvieron hablando, las actividades que estuvimos haciendo, para que otros chicos se puedan sumar a esta causa y que juntos podamos buscar una mejor sociedad”.

Asimismo, contó que “cuando escribí el proyecto nunca imaginé que iba a llegar hasta donde llegamos. Un proyecto individual no sirve, requiere de un compromiso colectivo y por eso estoy muy agradecida a todos los que ayudaron directa o indirectamente”.

Por su parte, Adrián Lilino se sumó al mencionar que “es un orgullo el poder presenciar y compartir el desarrollo de lo que fue el proyecto de Eugenia, que inició como algo muy pequeño pero que se fue extendiendo en redes de trabajos con sus compañeros, con los demás alumnos y que se proyectó hacia otras instituciones que se vincularon con la nuestra. Esto nos da la pauta de que cuando uno pone todo su esfuerzo institucional y cuando acompaña a los jóvenes para que ellos sean los protagonistas, se pueden lograr cosas. Y eso creo que es el aprendizaje más importante, que uno no está solo y que puede, junto a las otras personas, dejar una pequeña huella de cambio social”.