El Cuerpo Legislativo local aprobó la Ordenanza que designa con el nombre de “Paseo Ana María Acevedo” al espacio público ubicado en avenida Freyre, esquina Bulevar Pellegrini. Ocurrió en la Sesión de esta tarde, tras una iniciativa del concejal Leandro González (FPCyS-UCR).
Por este motivo, durante la Sesión se hicieron presentes en el Recinto los padres de Ana María, Aroldo Acevedo y Norma Cuevas; su hermana, Liliana Acevedo; y sus 3 hijos, Román, César y Juan David. También estuvieron la coordinadora del Programa Mujer y Diversidad Sexual del Gobierno de la Ciudad, Marta Fassino; Mariano Figueroa, por parte de la Comunidad del Consejo de Administración del Hospital Iturraspe; representantes de la Multisectorial de Mujeres y de Juventudes Políticas de la ciudad.
La propuesta tiene por objeto realzar y poner en valor al mencionado espacio público para que se constituya en un lugar de encuentro y esparcimiento para los vecinos. Al tomar la palabra, Leandro González explicó que “con este proyecto estamos tratando un reconocimiento, con la nominación de un espacio público, que nunca más quisiéramos realizar. Porque este caso emblemático que significó para la salud pública de la Provincia la muerte de Ana María Acevedo, fue un punto de inflexión para comenzar a transitar otros caminos con los derechos y la ley por sobre ciertas convicciones culturales, políticas o religiosas”.
En Concejal Radical destacó “la lucha de sus padres, Norma y Aroldo, para que no permanezca este hecho en el anonimato; a la Multisectorial de Mujeres de la ciudad; al representante de la Comunidad del Concejo de Administración del Hospital Iturraspe Mariano Figueroa, al representante del Estado en dicho Consejo, Joaquín Gorrochategui, y a las juventudes políticas de la ciudad”.
“Para que no vuelva a ocurrir”
González indicó que “esto no puede ni debe volver a ocurrir en un Hospital Público de nuestra provincia o ciudad. Porque hay cientos de trabajadores y profesionales que cumplen con su función como corresponde y eso debe ser permanentemente reconocido. Y porque sobre todo, la salud pública debe claramente priorizar a los que menos tienen, a los desposeídos; a que puedan acceder a derechos fundamentales, como en el caso de Ana María era acceder a un aborto no punible especificado claramente en el código penal”.
En el Recinto, Vanesa Oddi (FPCyS-PS) también se sumó al homenaje: “Ana María es y fue como miles de mujeres víctima de muchas injusticias y víctima de la violación de derechos fundamentales de acceso a la educación; de derechos muchas veces vulnerados de las mujeres a ejercer libertad sobre nuestros propios cuerpos. Ana María también fue víctima de fundamentalismos Felicito que sea un varón el que haya tomado esta iniciativa. Celebro también que esta historia marca un antes y un después, que nos tiene que llenar de fuerzas y de lucha de toda la sociedad por la defensa de los derechos”.
En tanto, Adriana Molina (FPCyS-UCR) apuntó que “la historia de Ana María tiene que ver con una historia de mucho desamparo y mucha desigualdad en el acceso a la educación y a la salud pública. Me parece muy importante el reconocimiento a la familia, que desde el primer momento acompañó esta lucha. Más allá de las diferencias que se puedan tener respecto a convicciones, es importante que exista un compromiso por la vida de las mujeres”.
Finalmente, Silvina Frana (Bloque Justicialista Santa Fe es una sola) señaló, en representación de su bancada, que “es necesario poner este tema a la luz, ya que con Ana María Acevedo el Estado no cumplió con la ley. Su situación estaba prevista en la ley, independientemente de las convicciones, su caso estaba contemplado. Este tema significó una base que nos tiene que doler a todos, y más aún a todos los que estamos en política”.
El suceso
Ana fue una joven humilde que, el 17 de mayo de 2007 falleció en el Hospital Iturraspe con sólo 20 años. Ana María estaba embarazada y hacia fines de 2006 llegó desde Vera para atenderse por primera vez en el nosocomio por un sarcoma maxilar, detectándose que era cancerígeno. Paralelamente transcurría su embarazo.
Hacia fines de marzo, con el agravamiento de su estado de salud, la familia solicitó que se le realizara un aborto terapéutico (no punible, especificado claramente en el Código Penal cuando está en riesgo la vida o salud de la madre).
El 26 de abril, con un parto inducido por las condiciones de salud de Ana María, falleció la beba. Ana María vivió hasta el 17 de mayo de 2007, donde muere producto del cáncer no tratado como correspondía, agravado por el incumplimiento de los responsables médicos de aquel entonces.
Pocos días después de su muerte, el caso de Ana María Acevedo fue llevado ante la Justicia y tomó estado público. Organizaciones de Derechos Humanos y Movimientos de Mujeres no tardaron en convertir “el caso Acevedo” en un emblema de la lucha por el derecho de las mujeres a abortar.
En julio de 2008, un Juez Correccional de Santa Fe procesó, entre otros profesionales que intervinieron en el caso, al ex director y a los jefes de los servicios de ginecología y de oncología del Hospital Iturraspe por los delitos de lesiones culposas e incumplimiento de los deberes de funcionario público.