La ciudad de Santa Fe honrará la memoria del Dr. Arturo Illia a 30 años de su desaparición física. Así lo votaron los Concejales durante la última Sesión, al acompañar de manera unánime un Proyecto de Ordenanza presentado desde el Bloque Radical. Según se detalló, la obra será emplazada en la intersección de calle 9 de Julio y avenida Presidente Illia.
De esta manera, el Concejo brinda su homenaje a quien fuera Presidente de la Nación entre los años 1963 y 1966 y que falleciera el 18 de enero de 1983. Vale señalar que los gastos que ocasionen los trabajos serán afrontados con aportes realizados por el Comité Departamental La Capital de la Unión Cívica Radical. En tanto, quedó establecido que el proyecto de emplazamiento será realizado por el Departamento Ejecutivo Municipal, a través de la Secretaría de Planeamiento Urbano.
“Ejemplo de buena política”
El encargado de presentar la iniciativa en el Recinto fue el concejal Esteban Aignasse (FPCyS-UCR) quien expresó “estar convencido de hablar en representación de todas las fuerzas políticas del Concejo, ya que la propuesta fue acompañada y apoyada con satisfacción por todos los ediles del Cuerpo”. Aignasse continuó diciendo que “Don Arturo es una de esas personas que han trascendido a un partido para ubicarse en un lugar de la sociedad, la historia y la política que lo distingue de muchos de sus colegas. Illia es reconocido como un ejemplo de buena política, de ética, austeridad, del respeto a los derechos de los ciudadanos, de la defensa de la autonomía y de la soberanía de nuestro país”, afirmó.
Por su parte, Noelia Chiementín (FPCyS-CCARI) también tomó la palabra para señalar que “no siempre se ven muestras de una gran cultura cívica, de respeto a las normas, a la ley y a las instituciones. Es un humilde recordatorio, pero el ejemplo de Illia debe ser conocido por las nuevas generaciones, sobre todo en momentos en que se prioriza lo económico por sobre las personas”.
Asimismo, el concejal justicialista, Roberto Campanella, adhirió al reconocimiento: “Quiero sumarme no sólo a la suscripción de esta Ordenanza, sino a hacer, en alguna medida, un reconocimiento a un Presidente de la República que fue desplazado por un golpe militar. Más allá de que era un hombre de la democracia, elegido por el pueblo, siempre fue un referente respecto a las conductas que tienen que tener los funcionarios públicos”.
Una profunda convicción de solidaridad
La vida política de Arturo Illia lo llevó a ser electo Senador Provincial por el Departamento de Cruz del Eje, donde se le reconoce la activa participación en la aprobación de la ley de Reforma Agraria la cual fue aprobada por la legislatura Cordobesa, pero que fuese rechazada por el Congreso de la Nación.
En las elecciones del 10 de marzo de 1940 es electo Vicegobernador de Córdoba, acompañando al gobernador Santiago del Castillo, cargo que asume el 17 de mayo de 1940, hasta que la Provincia es intervenida el 19 de junio de 1943. El 20 de abril de 1948 asume como Diputado de la Nación, cargo que desempeña hasta el 30 de abril de 1952. Además, formó parte de las Comisiones de Obras Públicas e Higiene y Asistencia Medicinal. Luego de la muerte de Amadeo Sabattini, fue reconocido como representante indiscutido del sabattinismo o Línea Córdoba. Arturo Illia asumió el 12 de octubre de 1963 la Presidencia de la Nación, su primer acto de gobierno consistió en eliminar las restricciones que pesaban sobre el peronismo y sobre el partido comunista. El 15 de noviembre de 1963 Illia firmó los Decretos 744/63 y 745/63 que anulaban los contratos de explotación petrolera por “vicios de ilegitimidad y ser dañosos a los derechos e intereses de la Nación”. Esto lejos de beneficiar al gobierno lo dejaría con mala fama internacional y sumaría nuevas fuerzas, esta vez internacionales y muy poderosas, a la coalición que lo derrocaría.
El 15 de junio de 1964 se publica en el Boletín Oficial la Ley 16.459, del salario mínimo, vital y móvil, previa a la constitución del Consejo del Salario, integrado por representantes del gobierno, los empresarios y los sindicatos, entre los objetivos del proyecto figuraban la necesidad de “evitar la explotación de los trabajadores en aquellos sectores en los cuales puede existir un exceso de mano de obra”, “asegurar un ingreso mínimo adecuado” y “mejorar los salarios de los trabajadores más pobres”. Con los mismos objetivos, se promovió la Ley de Abastecimiento, destinada a controlar los precios de la canasta familiar y la fijación de montos mínimos de jubilaciones y pensiones. Entre otras acciones de gobierno se promulgó la Ley de Hacienda y la Ley de Medicamentos.
Durante su gestión de gobierno, la educación tuvo un peso significativo en el Presupuesto Nacional. En el año 1963, su participación era del 12%, en el año 1964 del 17%, y en el año 1965 del 23%. El 5 de noviembre de 1964 se pone en marcha el Plan Nacional de Alfabetización con el objetivo de disminuir la tasa de analfabetismo que para la época se estimaba en poco más del 10% de la población adulta. En junio de 1965 el Programa contaba con 12.500 centros de alfabetización y su tarea alcanzaba a 350.000 alumnos de 18 a 85 años de edad.