Este emprendimiento surgió como solución a los inconvenientes ocasionados por las altas temperaturas o las precipitaciones que afectan el comercio en áreas tradicionales y a cielo abierto, tanto para los vendedores como para los usuarios locales y turistas.
Consiste en la colocación de telas sostenidas por tensores elásticos que permiten el movimiento del material, evitando así la acumulación del agua de lluvia. Se instalará, en una primera etapa, a lo largo de la calle Salta, desde San Jerónimo a 25 de mayo, con posibilidades de ser extendido o aplicado en otros sectores de la ciudad.
Es un proyecto de gestión público privado, y una iniciativa innovadora que cuenta con precedentes en varias ciudades de España o, a escala nacional, en Capilla del Monte, Córdoba.