Estos espacios tendrán como función organizar y ejecutar actividades educativas, culturales, deportivas, lúdicas y sociales, que posibiliten el desarrollo integral de menores y adolescentes en situación de calle o vulnerabilidad.
El edil expresa en los fundamentos de su proyecto, que “hemos condenado, con o sin responsabilidad, por acción u omisión, a miles de niñas, niños y adolescentes a no poder desarrollarse como personas”. Por ello entiende que “la única alternativa es una intervención profunda y urgente del Estado en todas sus jurisdicciones”, ya que “actuando sobre el presente, generando ámbitos que permitan acercar iguales oportunidades de desarrollo personal a aquellos que los sistemas expulsan” se podrá evitar “seguir perdiendo generaciones jóvenes, condenándolas al abandono, la violencia y el vacío existencial”.
Los Centros se emplazarán en las zonas de la ciudad más postergadas. Allí se utilizarán instalaciones comunitarias disponibles –mediante convenio de cooperación entre ellas y el Municipio-; o bien se construirá la infraestructura física necesaria para dar cumplimiento a este proyecto. En todos los casos, se deberá contar con un playón para las actividades deportivas, aulas, equipamiento informático, salón de usos múltiples y sanitarios.
También se constituirán equipos interdisciplinarios que evaluarán las circunstancias familiares, escolares, alimentarias y sanitarias en que se encuentren los niños que participen. Estos dispositivos estarán integrados por al menos un coordinador, un psicólogo, un psicopedagogo, un terapista ocupacional, un asistente social y profesores de diversas especialidades, acordes a las demandas que tenga el Centro.
Leiva también prevé en su iniciativa que las organizaciones vecinales, sociales y estatales de la zona donde se emplace el Centro asesoren a la conducción, promuevan el involucramiento de los ciudadanos en el proyecto y velen por la ejecución de los programas.
Financiamiento
De ser aprobado el proyecto, el Departamento Ejecutivo Municipal deberá asignar al programa de los recursos de libre disponibilidad de cada ejercicio fiscal, el importe suficiente para alcanzar como mínimo el 2 por ciento del presupuesto de Gastos de la Administración Central. También el 75 por ciento del monto que le corresponde a la Intendencia santafesina en concepto del Fondo Federal Solidario, proveniente de las retenciones a la soja.