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Se declaró de Interés Municipal el aniversario de la peregrinación a Guadalupe

En la sesión del jueves 23 de abril de 2009, el Concejo Municipal declaró de Interés Municipal el 110º Aniversario de la peregrinación arquidiocesana a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, a realizarse los días 25 y 26 del corriente.

El texto aprobado por unanimidad por el Cuerpo Legislativo, fue presentado por el concejal Jorge Kiener y su fundamentación es la siguiente:

“El calendario litúrgico universal señala la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, Madre y Patrona de Hispanoamérica, el 12 de diciembre. Pero en la Argentina, en nuestra ciudad, la Virgen de Guadalupe es objeto de un culto especial. En 1899 el Papa León XII la declaró Patrona de la arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz y se venera desde 1779 en la basílica gótica ubicada en el barrio de Guadalupe, donde su fiesta se celebra  el sábado y domingo de la segunda semana de Pascua. No existe un origen preciso de la devoción. Se sabe que Francisco Javier de la Rosa, apodado El Ermitaño, en este año (1779) construyó con sus propias manos el viejo y precario templo de Guadalupe y desde ese momento comienza a instalarse este lugar de culto y peregrinación.

Este año se celebra la procesión Nº 110 desde que comenzara a organizarlas monseñor Boneo, pero hay testimonios históricos de peregrinaciones a Guadalupe desde mucho antes y en distintas fechas hasta que monseñor Boneo estableció que la fecha para realizarse la peregrinación sería siempre quince días después de la celebración de Pascuas. Elección que no fue al azar sino que esta fecha estaría ligada a la época de la cosecha del trigo, ya que este trabajo impediría a los trabajadores acercarse a venerar la virgen en diciembre y además se vincularía al cumplimiento del precepto religioso de la confesión y comunión pascual.

El Pbro. Edgar Gabriel Stoffel  presentó  esta semana, en la Basílica de Guadalupe su libro: “Guadalupe, en el entramado religioso y cultural de nuestro pueblo” quien en un escrito sobre Nuestra Señora de Guadalupe, señaló… “Guadalupe constituye para la identidad santafesina, un hito fundamental tanto en lo religioso como en lo social.

De allí que desde las últimas décadas del siglo XIX y a lo largo del XX se hayan escritos una serie de trabajos relacionados con el culto que se tributa a esta advocación mariana, en los cuales, sobre las fuentes documentales prima la tradición oral.

Esta observación no es nueva, ya que en el año 1938, el Pbro. Alfonso Durán señalaba:

“Más de una vez hemos oído decir, que respecto a la Virgen de Guadalupe de Santa Fe, todo era tradición sin que existiera la base histórica que esta tradición necesita”.

A esta objeción, el ilustrado sacerdote y conocedor de las tradiciones locales, respondía que no teniendo para aquella época más de centuria y media la devoción, los recuerdos transmitidos por personas casi centenarias debían ser tomados como ciertos o dignos de crédito “… ya que los padres de esos ancianos han sido testigos, y a veces amigos de los protagonistas, y de labios de sus padres escucharon las narraciones”.

Sin desestimar estas apreciaciones, a partir de los años ’90, la profesora Marisa Hinstermeister ha tratado de encontrar la correspondiente fundamentación documental a las afirmaciones de los precursores.

Sin embargo, la citada autora si bien nota la falta de concordancias entre tradición y documentación histórica y admite alguna cuota de imaginación y subjetivismo, considera que “… debido a la autoridad moral e intelectual tanto de Lassaga como de Durán (…) el núcleo temático se ajusta a la verdad histórica.

Lamentablemente Ramón Lassaga en sus escritos de 1895, ni en las reproducciones de 1900, ni en la de 1924, cita a los testigos que le brindaron las informaciones con las que elabora éstos opúsculos, pero en buena parte- a tenor de unos escritos del Pbro. García de la Vega- la fuente principal sería Antonia Godoy y del Barco, quien por entonces tendría cerca de 60 años.

Como Lassaga había escrito sobre la Virgen de Guadalupe entre los años 1877-1878 en el periódico El Santafesino, probablemente haya podido recabar el testimonio de María Buenaventura del Barco de Godoy (fallecida en 1894), José Ventura Godoy (fallecido en 1887) y José María Godoy (fallecido en 1886), quien durante cincuenta años había servido a la Virgen.

Los autores posteriores, tanto el del artículo publicado en el Boletín Eclesiástico de Santa Fe del 16 de octubre de 1900 (que podría ser el Pbro. Juan Gil y Santa Pau, quien habría tomado una declaratoria testimonial a María Antonia Godoy y del Barco), como el Pbro. Ángel Martegani en su Nuestra Señora de Guadalupe del año 1928 y el Pbro. Alfonso Durán en la obra ya citada, parecen seguir en líneas generales al precursor Lassaga.

En el año 1948 el Pbro. José Luis Fontela publica el tomo I de “Iconografía Mariana en los países de Centro y Sud América” dedicando 16 páginas al culto santafesino, que creemos reproducen buena parte de los escritos del Pbro. García de la Vega y que según testimoniaba el Pbro. Edgardo Juan Trucco poco tiempo antes de su muerte, al momento de su aparición se lo había consideraba poco serio.

En los años ’80 el citado Pbro. Trucco publica un folleto titulado La Virgen de Guadalupe, con una finalidad más bien pastoral y paralelamente aparecen algunos trabajos sobre Francisco Javier de la Rosa y otros sobre Guadalupe, sin aportar demasiadas referencias documentales.

Desde la década del noventa, con la reaparición de la revista Guadalupe, se dará comienzo a la publicación de artículos y documentación referida al culto guadalupano en Santa Fe, sus circunstancias y personajes, que venía a sumarse a la edición del Libro del Ermitaño (1775) escrito por Francisco Javier de la Rosa, por parte de la Universidad Católica de Santa Fe en 1992”.